
Un grupo de 25 trabajadores del mar participó en una formación intensiva para cumplir con los exigentes requisitos de certificación de la Armada de Chile.
Con el respaldo de Minera El Abra, 25 miembros del Sindicato Buzomar y de ASOPESCA, organizaciones que agrupan a pescadores de Tocopilla, completaron una capacitación teórico-práctica para obtener la certificación como Buzo Hoocha, requisito fundamental para ejercer la actividad de manera formal y optar a la administración de áreas de manejo de recursos bentónicos.
Durante un mes, los participantes recibieron formación de profesionales de la salud, instructores expertos y buzos con años de experiencia, abordando temas clave como seguridad, normativas y procedimientos en el mar.
Exigente evaluación de la Armada
Cada año, la Armada de Chile realiza una evaluación rigurosa para otorgar la matrícula de buzo mariscador, la cual es un requisito indispensable para desempeñarse en la actividad. Sin embargo, las altas exigencias han dificultado la renovación de buzos en Tocopilla, dejando fuera a más del 90% de los postulantes, según explicó Juan Garvizo, presidente del Sindicato Buzomar.
“Las pruebas son muy complicadas y hay pocos buzos nuevos. En esta capacitación aprendimos sobre seguridad, salud y técnicas fundamentales para el buceo. Contamos con el apoyo de una enfermera profesional, quien nos instruyó en enfermedades pulmonares, primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar (RCP), lo que es clave para el desempeño seguro en el mar”, destacó Garvizo.
Seguridad y recambio generacional en el buceo
El curso también se enfocó en la seguridad y prevención de emergencias, con especial énfasis en la física del buceo, normativas y riesgos como el mal de descompresión, explicó Ricardo Jensen, instructor y pescador con más de 30 años de experiencia.
“Los participantes aprendieron a reconocer y manejar situaciones de riesgo bajo el agua. Conocimientos como las tablas de descompresión, las precauciones antes de sumergirse y la correcta utilización del equipo Hoocha son herramientas que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte en el buceo”, afirmó Jensen.
Uno de los aspectos más destacados del proceso fue el recambio generacional, ya que gran parte de los participantes fueron jóvenes buzos Apnea, quienes se enfrentaron por primera vez a la experiencia de bucear con apoyo de equipos.
Brandon Montes, de 25 años, valoró la oportunidad de formación:
“Este curso me ha dado conocimientos que en la playa no se aprenden. Aprender sobre las tablas de descompresión y el equipo Hoocha ha sido fundamental para sentirme más seguro en el agua”.
Gracias a esta iniciativa, los trabajadores del mar de Tocopilla avanzan en su proceso de certificación, fortaleciendo su seguridad y competencias para desarrollar su labor con mayores garantías.
